El juego geopolítico en Ucrania: Trump, Zelensky y el costo de la guerra
El pasado viernes, las cosas se pusieron tensas en la Casa Blanca. Un posible acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania quedó en el aire después de que una reunión en la Oficina Oval entre el presidente Donald Trump y su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, se tornara ríspida.
En un momento clave del encuentro, Trump le espetó a Zelensky: "You're not acting at all thankful", es decir, “No estás actuando en absoluto con gratitud” por el apoyo que Estados Unidos ha brindado a su país.
Hoy quiero ofrecer una perspectiva diferente. En lugar de la visión estándar de la prensa anglosajona, quiero compartir un análisis desde Latinoamérica.
Los verdaderos perdedores
Los más afectados en toda esta crisis son, sin duda, los ciudadanos ucranianos. Zelensky puede perder la presidencia, pero él estará bien: tendrá pase libre para obtener la ciudadanía en la Unión Europea y seguramente una fortuna. Sin embargo, su pueblo es el que ha pagado con sangre los intereses geopolíticos de potencias extranjeras.
No olvidemos que Trump busca apropiarse de los recursos naturales de Ucrania y transferirlos a Elon Musk. A su vez, Biden y Trump han utilizado a Ucrania para sus propios fines. Biden la vio como un peón para expandir la OTAN y fortalecer el complejo militar-industrial, mientras que Trump, como ya se mencionó, la ve como una fuente de recursos. La realidad es que Zelensky fue un peón en un golpe de Estado respaldado por Washington en 2014.
Trump pudo haber trabajado en un acuerdo pacífico que pusiera fin al conflicto, pero no lo hizo. No le conviene. La guerra significa negocios, y mientras haya crisis, él puede exprimir más concesiones de otros líderes y fortalecer su base política. Lo mismo aplica para México: mientras haya caos, mantiene la justificación para imponer aranceles y presionar al gobierno mexicano. Para Trump, no se trata de paz o guerra, sino de dinero y estrategia.
Miguel Torruco Garza: "Zelensky está jugando con la Tercera Guerra Mundial"
El político mexicano Miguel Torruco Garza dio su postura sobre lo ocurrido:
“Trump le dijo en la cara a Zelensky: 'Estás jugando con la Tercera Guerra Mundial'.
Pero, ¿qué significa realmente esta advertencia?
La reunión entre Donald Trump y Volodymyr Zelensky en la Oficina Oval no fue una simple conversación diplomática. Fue un punto de quiebre en la guerra de Ucrania y en el equilibrio del poder global. Desde el inicio, Zelensky llegó con una actitud desafiante, como si aún tratara con la administración Biden, exigiendo más armas, más dinero y garantías de seguridad contra Rusia. Pero esta vez, Trump no se lo permitió. Lo interrumpió y le lanzó una advertencia fría y calculada: 'Estás jugando con la Tercera Guerra Mundial'.
No fue una frase al azar, sino un ultimátum. Trump dejó claro que no sacrificará los intereses de Estados Unidos por una guerra que no le conviene. Su prioridad es desescalar el conflicto y recuperar lo invertido. Zelensky, frustrado, insinuó que Estados Unidos no había hecho lo suficiente por Ucrania. Ese fue su mayor error. Trump y su vicepresidente, James Bans, lo confrontaron de inmediato con un tono firme.
Trump sentenció: 'No le vas a faltar al respeto al pueblo estadounidense'. Ese fue el punto de quiebre. El tiempo del apoyo incondicional había terminado. Estados Unidos ya no financiará una guerra sin un plan de salida.
Pero, ¿quién es el gran vencedor? El gran vencedor es Vladimir Putin. Con Estados Unidos marcando distancia, Rusia tiene la ventaja estratégica. Los territorios ocupados en Donbás y Crimea ya no están en disputa; Occidente ha perdido el interés en recuperarlos. Mientras Rusia consolida su posición, Ucrania se queda más aislada que nunca.
Zelensky perdió a su principal aliado y no obtuvo garantías de que la ayuda continuará. Ahora, ¿qué pasará con los 180 mil millones de dólares que Estados Unidos ha destinado a Ucrania? Trump menciona 350 mil millones, insinuando que hay dinero no contabilizado. Pero más allá de las cifras, el mensaje de Trump es claro: Estados Unidos quiere recuperar algo a cambio. Por eso propuso que su país administre los recursos naturales de Ucrania en compensación.
En otras palabras, si Ucrania quiere ayuda, tendrá que pagar un precio aún más alto. La diplomacia es un arte complejo, y un solo error puede definir el destino de una nación. En un conflicto de esta magnitud, el cálculo político pesa más que la fuerza militar.
Zelensky apostó por la confrontación y desafió a un líder que ya dejó claro que su prioridad no es Ucrania, sino Estados Unidos. Subestimar el cambio de poder en Washington fue un error que ahora podría costarle a su país su propia soberanía.
La guerra ha entrado en su fase final. Sin el apoyo de Estados Unidos, Ucrania deberá negociar con Rusia o enfrentarse a una derrota territorial aún mayor. Rusia consolidará su control sobre los territorios ocupados, Estados Unidos cobrará su inversión con los minerales ucranianos, y el gran perdedor de este juego geopolítico se llama Ucrania."
Gerardo Fernández Noroña: "Ucrania fue solo la tapadera"
Gerardo Fernández Noroña, coordinador de Morena en México, coincidió con la perspectiva de Torruco Garza y lanzó una crítica contundente:
“Todos los que decían que Ucrania era una pobrecita víctima y que su gobierno era heroico… ¡Por favor! Ucrania, el pueblo ucraniano, sí que ha pagado con muertos la desfachatez de Zelensky. Desde el principio lo advertí, y ahí están mis videocharlas para probarlo: esta guerra es entre Rusia y Estados Unidos, y Ucrania solo fue la tapadera.
Ahora los fachos se cortan las venas porque Zelensky quedó exhibido brutalmente. A mí me dio pena ajena verlo sin dignidad. Un presidente con respeto por sí mismo habría dicho: ‘Aquí me voy, muchas gracias, pero no hay condiciones de respeto’. Pero, ¿qué respeto va a tener? Si se lo dijeron clarísimo: sin el apoyo de Estados Unidos, su gobierno no habría durado ni dos semanas.
¿Cuántos millones de dólares han mandado? Y aún así hay quienes dicen que Estados Unidos debería ayudarnos a nosotros… A ver si aprenden y entienden de una vez: no se juega con los imperios. No son caridades bienhechoras que ayudan por el bien de la humanidad.”
Este análisis deja claro que Ucrania es la principal víctima en este ajedrez geopolítico, pero que Estados Unidos nunca da nada gratis. Zelensky apostó por un camino diferente y se encontró con una dura realidad: cuando los intereses cambian, las promesas se evaporan. El tablero se ha movido y, una vez más, el precio lo paga el pueblo ucraniano.

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