La coalición MAGA no se está deshaciendo por culpa de los demócratas, ni de Joe Biden, ni de George Soros. Se está cayendo a pedazos por algo mucho más predecible: los egos monstruosos de sus propios líderes.
La reciente bronca entre Elon Musk y Donald Trump ha expuesto una fractura pública en lo que alguna vez fue una alianza basada en la rabia populista. Todo comenzó con la feroz crítica de Musk al “Big Beautiful Bill” de Trump —un mamotreto legislativo lleno de recortes y privilegios para los ricos, que también dispara la deuda nacional. Musk lo llamó una “abominación asquerosa”, acusando a los republicanos de hipotecar el futuro del país (Mediaite).
Y no, no se lo dijo en privado. Lo publicó en X (antes Twitter) con emojis y todo. 🎯🇺🇸
Mientras tanto, Trump, incapaz de admitir una sola crítica, respondió a lo Trump: no con argumentos, sino con insultos a Rand Paul, otro republicano que se atrevió a cuestionar el costo del proyecto. En Truth Social, Trump dijo que Paul tiene “ideas locas” y que “nadie en Kentucky lo soporta” (CNBC). O sea, nada nuevo: si no estás 100% con él, te conviertes en enemigo del pueblo.
Lo más patético es ver cómo sus lacayos corren a defenderlo. Stephen Miller —el arquitecto del trumpismo xenofóbico— publicó nueve posts en tres horas defendiendo el “Big Beautiful Bill”, diciendo que es “el proyecto de ley más MAGA de la historia” y que “hará realidad la deportación masiva” (Mediaite).
Pero lo que verdaderamente huele a circo es la actuación de Marjorie Taylor Greene, quien votó a favor del proyecto pero luego dijo que “no leyó dos páginas” que protegen a la inteligencia artificial por una década. “Si lo hubiera visto, no habría votado a favor”, afirmó sin sonrojarse (NewsNation). ¿En serio? ¿Ese es el nivel de responsabilidad que tienen con el futuro del país?
Esta pelea no es por principios ni por política. Es puro ego. Es Trump gritando “¡YO SOY MAGA!” mientras Musk le contesta “¡NO, YO SOY EL FUTURO!” Y en medio, una derecha republicana fracturada, confundida, y cada vez más ridícula.
Los demócratas no tienen que hacer mucho. Basta con darle un micrófono a esta gente y ver cómo se hacen pedazos solos. Porque al final, el verdadero enemigo de MAGA no es la izquierda: es Trump mismo. Y ahora hasta sus “amigos” se están dando cuenta.
Y que siga el show. 🍿
Fuentes:
Mediaite – Musk y el ataque a BBB
CNBC – Trump vs. Rand Paul
Mediaite – Defensa de Stephen Miller
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