
Donald Trump es el rey del caos. No solo se alimenta de él, sino que lo usa como un ariete para aplastar a sus enemigos y cumplir su despiadada agenda. Ahora, en su ceguera absoluta, está saboteando a su propio país con aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no tardó en responder con represalias: $107 mil millones en aranceles a productos estadounidenses que se implementarán por etapas. México aún no ha anunciado medidas exactas, pero el gobierno ya dejó claro que no se quedará de brazos cruzados. La presidenta Claudia Sheinbaum advirtió: “Todo depende del presidente estadounidense, pero tenemos plan A, plan B, plan C y plan D”, dejando claro que una respuesta contundente está en camino.
Trump, en su eterna burbuja de fantasía, dice que los aranceles fortalecerán la industria estadounidense. Sus críticos, sin embargo, advierten sobre inflación, inestabilidad económica y el riesgo de una guerra comercial en toda regla. Wall Street ya dio su veredicto: el mercado se desplomó en cuanto se filtró la noticia.
Desde febrero, cuando Trump retrasó la imposición de estos aranceles por un mes, México ha reforzado la seguridad en la frontera, desplegado 10,000 elementos de la Guardia Nacional, extraditado a 29 capos y desmantelado más de 100 laboratorios de drogas sintéticas para cumplir con las exigencias de EE.UU. Aun así, Trump ahora dice que “no hay espacio” para México ni Canadá en sus negociaciones.
Buena suerte tratando de venderle esta locura a tu base, naranjo de pacotilla.
En el audio, les dejo un nuevo corrido: "El Rey del Arancel".
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