Que En Paz Descanse Papa Francisco

Publicado el 21 de abril de 2025, 3:56

Hoy, lunes 21 de abril, el mundo está de luto. Ha muerto una de las figuras más significativas del mundo, y lloran los latinoamericanos por la muerte del Papa Francisco. Jorge Mario Bergoglio nació en 1936 y falleció esta mañana.
Apenas ayer, el Papa Francisco recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, al margen de las celebraciones de Pascua, dos meses después de que el Sumo Pontífice criticara la política migratoria del gobierno de Donald Trump. En ese entonces, el Papa Francisco fustigó a Trump y le exhortó diciendo que "sus deportaciones masivas no terminarían bien".

Francisco siempre será recordado como el Papa del pueblo: el primer pontífice nacido en las Américas y un hombre humilde, completamente entregado a la justicia social.
Poco después de ser elegido como Papa, sorprendió a los círculos internos del Vaticano al anunciar que, en lugar de mudarse al lujoso apartamento papal, viviría al lado. Eligió alojarse en una especie de residencia, instalándose en un sencillo departamento de dos habitaciones. En lugar de recibir comidas preparadas exclusivamente para él, Francisco optó por comer en el comedor común junto con los demás residentes del edificio.

Pero quiero enfocarme en una faceta de su vida que pocos aquí conocían: su servicio a los pobres y descamisados en su país natal, Argentina. Para entender y amar a Francisco, habrá que conocer el historial de Jorge Bergoglio.

Les cuento que, aunque abandoné la Iglesia Mormona hace unos 15 años debido a mi inconformidad con su propia teología, hice una misión mormona en mi juventud, en los años 80. Argentina apenas había salido de la Guerra de las Malvinas y de una dictadura militar que destrozó la economía. Pero había unos héroes, y uno era el Padre Jorgito. Me tocó servir en las villas miserias, zonas muy pobres donde la gente vivía en casas de cartón y donde las zanjas servían de retretes apestosos, llenos de aguas negras. Viví tanto en Rosario como en Buenos Aires, y me acuerdo de varias ocasiones en que los pobladores nos mostraban cajitas de medicina de Italia que habían sido procuradas por el legendario "Padre Jorgito". Todo esto sucedió antes de que fuera obispo en Buenos Aires. Bergoglio era simplemente párroco, un hombre sencillo con un legado de servicio, principalmente en las villas de Barracas y Flores. Aunque no serví en estas últimas áreas personalmente y nunca lo conocí en persona, les puedo asegurar que este hombre tan noble, un simple jesuita, logró dejar una huella significativa, al grado de que todos los "villeros" en la zona metropolitana de Buenos Aires lo conocían bien.

En un documental de Univisión hace 9 años, así lo recordaba la gente:

"Él era muy humilde."
"No le importaba venir a la casa de la chichua, o a la casa de cualquier persona que necesitara ayuda."
"Y siempre que venía, se olía el mate en el aire. Yo soy la cebadora de mate de todo el grupo."
"Y veníamos por este sector hasta la parroquia de Nuestra Señora del Rosario."
"Ahí venía a dar misa para los chicos que se estaban preparando para la confirmación."
"Los jóvenes de nuestros barrios son jóvenes que crecen con desigualdad de oportunidades."

Así son mis propios recuerdos del Pontífice: por su amor a los pobres, los más humildes, y los que han sido pisoteados por las dictaduras, las oligarquías y los gobiernos opresivos. Que en paz descanse un gran hombre al servicio de su prójimo.



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