
En Estados Unidos, la palabra gerrymandering tiene más de dos siglos de historia, pero sigue siendo el pan de cada día en los pasillos del poder. ¿Qué es? Una manipulación legal —pero profundamente inmoral— de los mapas electorales para favorecer a un partido político. El término nació en 1812, cuando el gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, firmó un mapa electoral tan retorcido que parecía una salamandra. Desde entonces, la práctica ha sobrevivido como una herramienta preferida de ambos partidos. Y ahora, con Donald Trump presionando desde el poder federal para redibujar Texas a su antojo, la pesadilla regresa con fuerza【PBS†source】.
¿La respuesta de los demócratas de Texas? Huir del estado como si se tratara de una gira musical clandestina. Más de 50 legisladores demócratas se fugaron a Illinois, Nueva York y Massachusetts para impedir que se votara un nuevo mapa electoral diseñado para otorgarle al Partido Republicano hasta cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes【MSN†source】. Entiendo su desesperación: lo que propone el gobernador Greg Abbott, con el respaldo entusiasta de Trump, es una guerra frontal contra la representación equitativa. Pero que conste: también es un abandono de deber.
Negarse a participar en el proceso legislativo, aunque sea en protesta, debilita la confianza pública. ¿Qué mensaje se le da al electorado? Que el sistema sólo funciona cuando nos conviene. El senador republicano John Cornyn incluso pidió al FBI que rastree y arreste a los legisladores demócratas prófugos, como si fueran criminales de guerra【Newsweek†source】. Absurdo, sí. Pero también resultado directo de una estrategia peligrosa: socavar las instituciones democráticas desde dentro.
Y no se equivoquen: tanto republicanos como demócratas juegan este juego sucio. En Nueva York y California —los dos gigantes azules— los gobernadores Kathy Hochul y Gavin Newsom han iniciado planes para redibujar sus propios mapas, esta vez para eliminar escaños republicanos en respuesta a la jugada tejana【MSN†source】. Es decir, “ojo por ojo”, versión siglo XXI. Hochul, incluso, pidió desmantelar la comisión independiente de redistribución de distritos en su estado, alegando que luchar con una mano atada ya no es viable.
¿Y qué dice Trump? Que los demócratas han abandonado su estado, que “parece muy mal” y que el FBI “puede que tenga que intervenir”【MSN†source】. Lo dice sin rastro de ironía un presidente que busca manipular las elecciones de mitad de mandato con mapas a modo.
Lo más lamentable es que, pese a la teatralidad, nada de esto es ilegal. En 2019, la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que los tribunales federales no tienen autoridad para intervenir en casos de gerrymandering partidista. En resumen: pueden jugar sucio, siempre que no sea por motivos raciales【PBS†source】.
Lo que sí es ilegal es diluir el voto de minorías raciales, como ocurrió en Alabama y Luisiana, donde la Suprema Corte dictaminó en 2023 que los mapas republicanos violaban la Ley del Derecho al Voto al debilitar la fuerza del voto afroamericano【PBS†source】. Pero eso es otra historia.
Volviendo a Texas: sí, es indignante ver a un gobernador ordenar a los Rangers que rastreen a sus colegas políticos como si fueran fugitivos. Sí, es preocupante que Trump sueñe con una Cámara de Representantes a su medida. Pero tampoco podemos aplaudir a los legisladores que huyen del campo de batalla. La democracia no se defiende desde un hotel en Illinois.
Los estadounidenses merecen algo mejor que una guerra de trincheras disfrazada de deber cívico. Merecen líderes que enfrenten los abusos desde dentro del sistema, no que huyan de él. Que la respuesta al gerrymandering no sea más gerrymandering. Que el antídoto a Trump no sea una versión azul del mismo veneno.
Porque al final, esto no es sólo un conflicto entre republicanos y demócratas. Es un reflejo de cómo el sistema político estadounidense, sin frenos ni contrapesos reales en la redistribución de distritos, termina convertido en un patio de juegos donde unos cuantos niños malcriados se pelean por ver quién orina más lejos.
Y mientras tanto, la democracia sangra.
📚 Referencias:
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PBS NewsHour, “Is political gerrymandering illegal? 6 things to know” (https://www.pbs.org/newshour/politics/is-political-gerrymandering-illegal-6-things-to-know-as-texas-dispute-carries-on)
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MSN, “Democrats go nuclear in redistricting arms race” (https://www.msn.com/en-us/news/politics/democrats-go-nuclear-in-redistricting-arms-race/ar-AA1JVQ6r)
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MSN, “Donald Trump issues FBI warning to fleeing Texas Democrats” (https://www.msn.com/en-us/news/politics/donald-trump-issues-fbi-warning-to-fleeing-texas-democrats/ar-AA1K0Eej)
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MSN, “Democrats draw up plans to retaliate if Republicans gerrymander Texas” (https://www.msn.com/en-us/news/politics/democrats-draw-up-plans-to-retaliate-if-republicans-gerrymander-texas-but-they-face-legal-hurdles/ar-AA1K0ayf)
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