¿Hablas español? ¿Te ves bronceado o con rasgos indígenas? Felicidades, para Donald Trump eres sospechoso. El presidente quiere lanzar una campaña de perfil racial en California y hasta le está pidiendo a la Corte Suprema que le dé su bendición oficial. O sea, convertir prejuicio en política de Estado. Y lo más cínico: California fue territorio mexicano, la mayoría de sus ciudades tienen nombres en español y aquí hay familias que llevan siglos antes de que existiera Estados Unidos.
En julio, la jueza Maame Frimpong —nombrada por Biden— le dio un freno con un “stop right there” judicial, porque detener a alguien solo por hablar con acento, estar en un carwash o un Home Depot, o vestir “ropa de trabajadora”, es puro prejuicio sin base legal. Y claro, eso lo mantuvo la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito. San Francisco Chronicle+1
Ahora el gobierno de Trump, armado hasta los dientes con su táctica de deportaciones express y metas de miles de arrestos al día, anda corriendo al Supremo para pedir aprobación de su perfil racista disfrazado de “aplicación de la ley”. Como si el jueguito de “español, trabaja en construcción, está en un bus”— eso automáticamente lo vuelve sospechoso. ¡Qué fantasía! San Francisco Chronicle
Además, más ciudades en el Sur de California ya se unieron a la demanda contra estas redadas que están pasando por alto la Constitución como si nada. O sea, en lugar de bajar el perfil, estos se creen que son los Batman de la migración. En sus sueños. ABC7 Los Angeles+1
¿Qué nos dice todo esto?
Que en pleno 2025 todavía hay personas —hola, Trump y compañía— dispuestas a legalizar el racismo. Pero no, caray, no nos vamos a quedar callados. California no es un parque temático para que jueguen a la caza de “latinos sospechosos”. Aquí estamos, hablando español, y viviendo la vida dignamente, tal como se ha hecho desde hace siglos en este territorio —antes mexicano, después gringo, siempre orgulloso.
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