La privacidad y la Primera Enmienda ya no significan nada en la distopía trumpista. Bajo el régimen de Donald Trump, Estados Unidos se ha convertido en un “Brave New Police State” donde la vigilancia masiva es la norma y las libertades individuales son papel mojado. No basta con ver a agentes de ICE patrullando calles como si fueran tropas de ocupación, cazando jardineros, trabajadores de la construcción e incluso bomberos. Ahora, con el regreso del spyware militar, el gobierno tiene acceso directo a tu vida privada: tus mensajes, tu cámara y tu micrófono —todo sin tu consentimiento.
El sábado, la administración Trump reactivó un contrato de 2 millones de dólares entre ICE y la empresa israelí Paragon Solutions, fabricante del spyware “Graphite.” Este software puede vulnerar teléfonos, interceptar mensajes cifrados de aplicaciones como Signal o WhatsApp y encender tu micrófono sin que lo notes. ¿El pretexto? “Seguridad nacional.” ¿La realidad? Una herramienta de represión para cumplir la promesa de Trump de llevar a cabo la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos【archive.is†LV4yC】【Yahoo News†LV4yC】.
Este no es un software cualquiera: el spyware ya fue usado en Europa contra al menos 90 periodistas y activistas, desencadenando investigaciones criminales en Italia. WhatsApp confirmó que Paragon lanzó un ataque “zero-click,” es decir, los usuarios ni siquiera tienen que abrir un archivo para ser espiados: basta recibir un mensaje para que el dispositivo quede infectado【9to5Mac†LV4yC】. Citizen Lab, un centro académico de renombre en Canadá, advirtió que estas herramientas fueron diseñadas “para dictaduras, no para democracias”【Yahoo News†LV4yC】.
Lo que la administración Biden había detenido mediante una orden ejecutiva en 2023 —prohibiendo a las agencias federales contratar spyware asociado con violaciones a derechos humanos— Trump lo reactivó en silencio, casi en la penumbra burocrática. Como si nada importara: ni el derecho a la privacidad, ni la libertad de prensa, ni la seguridad digital de millones de personas【archive.is†LV4yC】.
Y detrás de Paragon está una red de poder económico y militar: fundada por un excomandante de inteligencia de Israel y el ex primer ministro Ehud Barak, la compañía fue adquirida por el fondo estadounidense AE Industrial Partners en una transacción de 900 millones de dólares. En pocas palabras, el negocio de espiar ya es un pilar del capitalismo trumpista: ganancias privadas construidas sobre la erosión de libertades públicas【Bloomberg via archive.is†LV4yC】.
Esto debería indignarnos a todos. Porque lo que está en juego no es sólo la deportación de inmigrantes —ya de por sí brutal— sino el derecho de cualquier ciudadano a no ser vigilado como si viviera bajo una dictadura militar. La Cuarta Enmienda, que protege contra registros y allanamientos sin orden judicial, y la Primera, que garantiza la libre expresión, están siendo pisoteadas con el pretexto de la “seguridad.”
Lo que Trump nos ofrece no es seguridad: es un laboratorio autoritario donde la represión se viste de “contrato federal.” Y si no levantamos la voz, pronto descubriremos que la democracia ya fue hackeada junto con nuestros teléfonos.
Fuentes
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Archive.is – Contrato reactivado de ICE con Paragon Solutions【archive.is/LV4yC】
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Yahoo News – ICE revives contract with controversial spyware【Yahoo News†LV4yC】
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9to5Mac – WhatsApp confirma ataque de spyware contra 90 periodistas【9to5Mac†LV4yC】
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