
Con una mano, Donald Trump ofrece mil dólares para que te largues del país. Con la otra, te premia si te reproduces… siempre y cuando cumplas ciertos estándares raciales. En la América MAGA del 2025, el sueño conservador no es justicia, ni libertad, ni igualdad: es una nación blanca, fértil y obediente.
Esta semana, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que los inmigrantes indocumentados pueden recibir mil dólares si se “autodeportan” utilizando la app CBP Home. Sí, mil dólares por irte del país —una especie de Uber para el destierro. Una forma barata, insidiosa y profundamente deshumanizante de acelerar las deportaciones sin necesidad de agentes, tribunales o siquiera derechos. Y claro, también sin respuestas claras sobre cómo se paga, quién califica o qué ocurre si decides regresar. Todo lo maneja una app con reconocimiento facial, datos biométricos y geolocalización. ¿Voluntario? Como todo lo que huele a chantaje: técnicamente sí, moralmente no.
Pero si esta “bonificación por irte” parece grotesca, la segunda propuesta de la semana es aún más escalofriante: Trump quiere premiar a las mujeres por tener más hijos. No a todas. A las "correctas". Su administración analiza propuestas para pagar $5,000 a cada madre estadounidense tras dar a luz, asignar el 30% de las becas Fulbright solo a personas casadas o con hijos, y hasta crear una “Medalla Nacional de la Maternidad” para mujeres con seis o más hijos. ¿Suena familiar? Debería: la Alemania nazi otorgaba la Cruz de Honor de la Madre Alemana a quienes cumplían con los ideales de pureza racial. En palabras del Centro del Holocausto, aquellas cruces se daban a mujeres “dignas” según criterios racistas y podían ser retiradas si se desviaban de esa línea ideológica.
Y aquí es donde la cosa se torna aún más preocupante. Esta ofensiva no es solo cultural: es demográfica. Trump, Elon Musk y J.D. Vance han abrazado el pronatalismo blanco como estrategia política. Les inquieta que el declive de la natalidad blanca coincida con el crecimiento de comunidades latinas, negras y asiáticas. Les alarma que, según la Oficina del Censo, para 2060 los blancos no hispanos serán menos del 45% de la población. Y no lo ocultan: Musk ha hablado de su “legión” de hijos como una especie de ejército genético. Vance, ahora vicepresidente, ha sugerido que quienes no tienen hijos deberían pagar más impuestos y tener menos derechos políticos. Porque en su lógica retorcida, quien no se reproduce no merece opinar.
Este delirio racial disfrazado de política pública tiene raíces profundamente autoritarias. El Times reporta que estas propuestas han sido impulsadas por pronatalistas como los Collins, una pareja que organizó la NatalCon, y que han enviado borradores de órdenes ejecutivas al equipo de Trump. Estos documentos incluyen incluso programas para educar a mujeres sobre sus ciclos menstruales con el fin de facilitar la concepción. El cuerpo femenino como campo de batalla nacional. La maternidad como instrumento del Estado.
Y mientras tanto, los mismos ideólogos promueven el uso de fertilización in vitro (FIV) —técnica que muchos ultraconservadores rechazan por implicar la pérdida de embriones— si sirve para aumentar la natalidad entre los “correctos”. Una agenda profundamente contradictoria y utilitarista, donde lo que importa no es la vida, sino la estadística étnica.
Trump no quiere simplemente gobernar Estados Unidos. Quiere rediseñar su composición humana. Con apps, apps y más apps; con dinero para quien se vaya y medallas para quien se reproduzca según sus estándares. Este no es solo un ataque a los migrantes. Es un rediseño racial del país. Un eugenismo disfrazado de política natal.
Si eso no te alarma, no estás prestando atención.
Fuentes:
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NBC News: Trump to pay $1,000 to undocumented immigrants who deport
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Sin Embargo: Trump propone repoblar EU como los nazis
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The New York Times
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Mother Jones
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National Holocaust Museum
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U.S. Census Bureau Projections, 2023
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