
La marca de todo autócrata fascista suele ser la creencia de que puede expandir su esfera de influencia a través de la fuerza bruta o la vía militar. La idea de que su liderazgo es indispensable para el éxito de una región es un delirio narcisista de grandeza embriagada, completamente desconectado de la realidad. Así es como Donald Trump ha llegado a creer —erróneamente— que Canadá podría integrarse sin resistencia a la Unión como el estado 51. Peor aún, Trump no descarta usar la fuerza militar para apoderarse de la nación soberana de Groenlandia.
Durante una visita a la Casa Blanca, el primer ministro canadiense Mark Carney se enfrentó a estas fantasías coloniales. Trump llamó la frontera entre EE.UU. y Canadá “artificial” y habló de una “maravillosa unión” entre ambos países. Carney fue claro:
“Hay lugares que nunca están en venta… Canadá no está en venta. No estará en venta. Nunca.”
Trump, como si hablara de una propiedad más en su portafolio, soltó su clásico: “Nunca digas nunca.”
Mientras tanto, Groenlandia ha tenido que reafirmar su independencia frente a los caprichos de Trump, quien declaró a NBC:
“No descarto nada… necesitamos Groenlandia desesperadamente.”
El primer ministro groenlandés Jens-Frederik Nielsen respondió sin titubeos:
“Estados Unidos no se quedará con Groenlandia. No le pertenecemos a nadie. Nosotros decidimos nuestro futuro.”
Y ahora Trump ha puesto los ojos en México. En una llamada telefónica con la presidenta Claudia Sheinbaum, el presidente propuso enviar tropas estadounidenses a combatir el narcotráfico en territorio mexicano. Sheinbaum no dejó espacio para la ambigüedad:
“El territorio es sagrado. La soberanía es sagrada. La soberanía no se vende. La soberanía se ama y se defiende.”
Trump, en lugar de retractarse, la acusó de tenerle tanto miedo a los cárteles que “ni siquiera puede pensar con claridad”.
Esta retórica colonial, revestida de patriotismo barato, no es nueva: es la misma lógica fascista que reduce países soberanos a peones dentro del tablero geopolítico de un narcisista con delirios de emperador.
Pero ni Canadá, ni Groenlandia, ni México están dispuestos a ceder. Lo han dicho claro y fuerte: la soberanía no se vende.
📝 Fuentes:
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CNN: "Trump dice que no descarta acción militar para anexar Groenlandia"
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Democracy Now: "Sheinbaum rechaza plan de Trump para enviar tropas a México"
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