¡Ahora sí, el pueblo va a meter mano!

Publicado el 30 de mayo de 2025, 5:13

En México ya tuvimos de todo: magistrados puestos por compadres, ministros apadrinados por presidentes, jueces al mejor postor… Y claro, una justicia que ha servido más al poder que al pueblo. Pero este fin de semana, por primera vez, vamos a romper con siglos de componendas. Este 1 de junio, los mexicanos tenemos una cita con la historia: elegir directamente a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.

¿Suena revolucionario? ¡Lo es! Se acabaron los grandes electores, los "sabios", los operadores del sistema. Ya ni la Presidenta, ni los líderes del Congreso, ni los dueños de los partidos podrán decidir quién imparte justicia. Ahora el poder lo tienes tú, yo, y millones de ciudadanos. No más “influyentismo”, no más “órdenes superiores”, no más “compromisos con el licenciado”.

Esto no es un maquillaje institucional: es una sacudida de raíz al viejo sistema judicial. Ese que tantas veces encubrió corruptos, encarceló inocentes y protegió intereses de élite. Hoy se abre la puerta para que la justicia deje de ser un privilegio y empiece a parecerse a la democracia.

Lo dijo Claudia Sheinbaum —y lo dijo bien:

“Millones de personas van a participar. Por primera vez en la historia de México, se elegirá al Poder Judicial. Será una decisión del pueblo de México. […] Tomando en cuenta la historia del Poder Judicial en México, la mejor forma de sanearlo es con la participación del pueblo. Así que esta será una elección muy importante. A toda la gente, decirles: vayan, ¡vayan a votar!”

🎯 Esa es la clave: sanear al Poder Judicial. No con discursos, sino con votos. No con pactos en lo oscurito, sino con boletas abiertas. Nadie va a poder controlar al pueblo. Y si alguien lo intenta, se va a topar con pared.

¿Que habrá confusión? Tal vez. ¿Que algunos voten mal? Posiblemente. ¿Que no tengamos experiencia? ¡Claro! Pero como dice el dicho: nadie aprende democracia sin practicarla.

Y si nos equivocamos, será nuestro error. No el de un cónclave de burócratas o un grupito de cabilderos. Y si erramos, también sabremos corregirlo. Porque lo importante es que el pueblo decida, no que lo decidan por él.

Así que, raza, este domingo:  Hoy el voto no es sólo un derecho: es un acto de limpieza. De dignidad. De justicia.

Y como diría El Chupacabras:
¡Ya era hora de que el pueblo metiera las manos en la balanza!

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