Trump, Padilla Y el Circo Migratorio

Publicado el 13 de junio de 2025, 5:43

A veces la realidad supera incluso a las películas más chafas de Hollywood. Lo que ocurrió esta semana en Los Ángeles parece sacado de un mal guión de telenovela autoritaria: un senador de los Estados Unidos, elegido por el pueblo, fue sacado a empujones de una conferencia de prensa de Seguridad Nacional, esposado en el suelo, por atreverse a hacer una pregunta incómoda.

El senador Alex Padilla lo relató con toda claridad:

"Vine a la conferencia de prensa para escuchar lo que ella tenía que decir y ver si podía obtener información nueva o adicional. En un momento tuve una pregunta. Estaba ahí de manera pacífica. Casi de inmediato fui retirado por la fuerza de la sala. Me tiraron al suelo y me esposaron. Si así es como esta administración responde a un senador que hace una pregunta, uno sólo puede imaginar lo que están haciendo con los trabajadores del campo, los cocineros, los jornaleros, allá en la comunidad de Los Ángeles, en todo California y en todo el país. Vamos a exigir cuentas a esta administración."

Mientras tanto, el autócrata de Mar-a-Lago, Donald Trump, desde su trinchera en redes sociales, intentó —una vez más— jugar al salvador de los trabajadores agrícolas, soltando este dislate:

"Our great Farmers and people in the Hotel and Leisure business have been stating that our very aggressive policy on immigration is taking very good, long time workers away from them, with those jobs being almost impossible to replace. In many cases the Criminals allowed into our Country by the VERY Stupid Biden Open Borders Policy are applying for those jobs. This is not good. We must protect our Farmers, but get the CRIMINALS OUT OF THE USA. Changes are coming!"

Ajá, güey… Si tanto te preocupan los agricultores y los hoteleros, ¿por qué no detienes las redadas ahora mismo? ¿Por qué no ordenas a tus agentes que regresen a sus cuarteles y dejes de sembrar terror entre la gente que produce la comida que comes?

Porque mientras Trump finge compasión, su maquinaria represiva ya está aceitada. La semana pasada, el corresponsal Jon Decker se lo planteó directo a la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt:

Decker: “El 40% de los trabajadores agrícolas en EE.UU. son indocumentados. ¿Tienen alguna excepción en el programa de deportación masiva?”
Leavitt: “Si estás en el país ilegalmente, estás sujeto a deportación.”

Respuesta ambigua, evasiva y sin ningún compromiso. Porque la realidad es otra: tras bambalinas, el arquitecto de las políticas más crueles, Stephen Miller, ya tiene el látigo en mano. Miller exige 3,000 arrestos diarios, amenaza con despedir a funcionarios de ICE que no cumplan la cuota, y planea purgar oficinas con menos detenciones en lo que él mismo llama: "Operación At Large". Suena más a una redada fascista que a una política pública.

Así que sí: me encantaría creerle a Trump, pero es difícil creerle a un mitómano profesional capaz de soltar cualquier babosada para salvar su pellejo político.

👉 Ver para creer. Mientras tanto, como bien dice el senador Padilla, seguiremos exigiendo respuestas y exigiendo cuentas.


 

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