
En la lógica torcida del imperio estadounidense, siempre habrá un pretexto para desplegar destructores, marines y discursos de “seguridad nacional” en cualquier rincón de Nuestra América. Hoy el blanco es Venezuela y, de paso, una amenaza velada contra México. Donald Trump, obsesionado con el petróleo venezolano y con imponer su ley a los pueblos latinoamericanos, ha desempolvado un refrito podrido de intervencionismo con el envío de tres destructores con misiles guiados Aegis hacia el Caribe: el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson【MSN†source】.
Washington alega que se trata de “combatir al narcotráfico” y “desarticular organizaciones terroristas”, pero el teatro es evidente. ¿Desde cuándo un cartel como el Tren de Aragua —un grupo delictivo que, aunque violento, opera con fines económicos— merece la misma clasificación que Al Qaeda o ISIS? El etiquetarlos como “terroristas” no es más que un truco legal para justificar intervenciones militares, congelar bienes y otorgarse carta blanca para invadir.
Mientras tanto, Trump subió la recompensa contra Nicolás Maduro a 50 millones de dólares, colocándolo en la lista negra de “narco-terroristas” con el único fin de criminalizar a un jefe de Estado electo y preparar el terreno para la intervención【Telesur†source】. Es una estrategia cínica: demonizar, cercar y después intentar someter. Exactamente lo mismo que hicieron en Irak y Libia.
Venezuela responde con dignidad
El presidente Nicolás Maduro lo dijo sin rodeos en Caracas:
“El imperio se volvió loco y ha renovado, como un refrito podrido, sus amenazas contra la paz y la tranquilidad de Venezuela. Por eso debemos avanzar en todos los frentes de manera simultánea y prepararnos para defender la soberanía y la paz en cualquier circunstancia que se presente en los días, meses y años por venir. La Unión, la Fuerza Armada, el Ejército del Libertador Simón Bolívar, nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras: las defendemos nosotros, las liberamos nosotros, las vigilamos y las patrullamos nosotros. Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela, ni debería tocar suelo sagrado de Nuestra América.”【YouTube†source】
La advertencia es clara: Venezuela no se arrodillará. La movilización de 4.5 millones de milicianos alrededor del país y la suspensión temporal de drones en todo el territorio son parte de una estrategia defensiva para anticipar cualquier agresión【La Jornada†source】.
México no se queda callado
No es casualidad que Trump, en su lógica de matón global, busque también presionar a México. Pretende que la presidenta Claudia Sheinbaum acepte operaciones conjuntas contra los carteles, lo que en la práctica significaría abrir la puerta a tropas extranjeras en suelo mexicano.
Pero Sheinbaum fue tajante en su mañanera del 8 de agosto de 2025:
“Estados Unidos no va a venir a México con los militares. Cooperamos, colaboramos, pero no va a haber invasión. Eso está absolutamente descartado. No hay riesgo de que vayan a invadir nuestro territorio.”【El País†source】【Telemundo†source】
Y agregó días después, subrayando la posición histórica de México:
“No al intervencionismo, eso no solo es convicción sino que está en la Constitución. Lo dice claramente nuestra Constitución y es nuestra posición siempre: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias. La no intervención—todo se resuelve con diálogo.”【La Jornada†source】
Con esas palabras, México envió un mensaje firme: no aceptará la reedición de la “guerra contra el narco” al estilo gringo, que solo ha dejado muerte, corrupción y un pretexto para militarizar la región.
El verdadero objetivo: petróleo y control regional
La narrativa de Trump sobre “fentanilo y carteles” es solo la cortina de humo. La meta es clara: apoderarse del petróleo venezolano, controlar las rutas estratégicas del Caribe y, de paso, probar si México puede ser doblegado con la amenaza militar. Es el viejo manual de la Doctrina Monroe reeditado en 2025: América Latina como el “patio trasero” de Washington.
Pero la historia demuestra que los pueblos de la región siempre han resistido. Ni con invasiones, ni con bloqueos, ni con chantajes han podido sofocar la dignidad latinoamericana. Hoy, la voz de Caracas y la voz de Ciudad de México se unen en un mismo principio: soberanía no se negocia.
Conclusión
El despliegue de destructores frente a Venezuela, la designación absurda del Tren de Aragua como “terrorista” y la recompensa millonaria contra Maduro son capítulos de un mismo guion imperialista: intimidar, dividir y dominar. Pero como bien dijo Maduro, “ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Nuestra América”. Y como recordó Sheinbaum, “no al intervencionismo, eso no solo es convicción, está en la Constitución”.
Hoy más que nunca, los pueblos de América Latina deben cerrar filas. Porque lo que está en juego no es solo el petróleo venezolano o la soberanía mexicana: es la paz, la dignidad y la independencia de toda la región.
📚 Fuentes consultadas:
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MSN News: U.S. destroyers head toward waters off Venezuela (19/08/2025) link
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La Jornada: Venezuela ve desesperación en despliegue bélico de EU en el Caribe (19/08/2025)
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Telesur: Venezuela denuncia amenazas de EE.UU. (19/08/2025)
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El País: Sheinbaum niega que EE.UU. vaya a intervenir militarmente en México (08/08/2025)
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Telemundo Noticias: Trump ordena usar fuerza contra cárteles (09/08/2025)
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Comentarios
Siempre es conocido por todos que los políticos gringos son ladrones e intocables solo hay que mirar la historia, pero años atrás los países se doblegaban los tiempos han cambiado y ahora luchan por su libertad un cambio muy significativo al descubrir que pueden seguir adelante sin la opresión del gobierno gringo, ojalá que pronto llegue alguien que se atreva a desmantelar la máquina de destrucción masima que trump está construyendo y que al final no habrá ganadores sino perdidas por todos lados y los que apoyan a narangin pagarán de igual manera su absurda política de poder absoluto y creer que pueden ser reyes en estos tiempos.....