Un día más, otra masacre más. El 27 de agosto de 2025, dos niños —de apenas 8 y 10 años— fueron asesinados durante la misa en la Escuela Católica de la Anunciación en Minneapolis. Diecisiete personas más, en su mayoría menores, resultaron heridas. El asesino, Robin Westman, de 20 años, llegó armado con un rifle, una escopeta y una pistola. En sus cargadores escribió frases de odio como “6 millones no fueron suficientes”. No era inmigrante. No era Antifa. No era del ISIS. Era otro terrorista blanco, nacionalista, criado en casa.
Desde Columbine en 1999, Estados Unidos ha registrado más de 600 tiroteos masivos con un saldo de más de 3,500 muertos. Solo en 2024, las masacres dejaron 711 muertos y 2,375 heridos. Y en apenas la primera mitad de 2025 ya van 262 muertos y 1,161 heridos【Ballard Brief†source】【AP News†source】【Wikipedia†source】. Esto no es un accidente aislado: es el modo de morir “made in USA”.
Armas, no fantasmas
Los defensores del status quo ensangrentado culpan a todo menos a lo obvio: a los inmigrantes, a la salud mental, a los videojuegos, a la marihuana, a los antidepresivos. Pero casi todos los países desarrollados tienen esas cosas. Lo que no tienen es más armas que habitantes.
México sufre violencia ligada al narcotráfico, pero en su mayoría son ajustes de cuentas, no tiroteos indiscriminados de niños en plena misa. Solo en EE.UU. se ha normalizado la matanza en iglesias, escuelas y supermercados.
Terrorismo doméstico, a plena vista
Westman dejó un rastro de odio en YouTube, mostrando las mismas armas que usó después. La policía calificó el ataque de “incomprensible”. ¿De verdad? Desde hace años se advierte que el extremismo nacionalista blanco es la principal amenaza terrorista interna. Pero los republicanos —encabezados por Trump— lo han encubierto, mientras bloquean hasta las medidas más básicas de control de armas.
No se trata de “manzanas podridas”. Es un ecosistema entero de odio, alimentado por propaganda de ultraderecha, amplificado en redes sociales y armado legalmente con rifles de guerra.
Pensamientos, rezos… y cobardía
El alcalde Jacob Frey lo dijo sin rodeos: “No digan que esto es de pensamientos y rezos. Estos niños estaban literalmente rezando.” Y, como siempre, Trump respondió con un vacío post en Truth Social ofreciendo plegarias, mientras su maquinaria política sigue financiada por la NRA y sus jueces desmontan regulaciones.
Incluso Trey Gowdy, excongresista republicano aliado de la NRA, tuvo que admitir en Fox News: “¿Cuántos tiroteos escolares hacen falta para hablar de limitar el acceso a las armas?” Pero sus palabras llegan tarde, cuando ya tenemos una generación marcada por simulacros de tiroteos y funerales infantiles.
Un país que elige la muerte
Digámoslo claro: Estados Unidos elige esto. Cada vez que el Congreso bloquea chequeos universales de antecedentes, leyes de “red flag” o la prohibición de armas de asalto, está eligiendo más cadáveres de niños. Cada padre que manda a su hijo a la escuela sabiendo que tal vez no regrese, vive forzado en esa complicidad.
El mundo nos observa con horror porque la verdad es simple: no se trata de libertad, ni de salud mental, ni de cultura. Se trata de armas. Y de una clase política demasiado cobarde o demasiado corrupta para detener la masacre.
Hasta que eso cambie, habrá otro Columbine. Otro Sandy Hook. Otro Uvalde. Otro Minneapolis. Otro obituario para un niño que debería seguir vivo.
Referencias
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Ballard Brief: Mass Shootings Since Columbine
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Associated Press: Cobertura de tiroteos masivos en EE.UU.
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K-12 School Shooting Database (SSDB): Datos históricos de tiroteos escolares
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Wikipedia: Gun violence in the United States (2024–2025)
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HuffPost: “Two Children Dead in Minneapolis Catholic School Shooting”
https://www.huffpost.com/entry/minneapolis-catholic-church-school-shooting_n_68af15a2e4b015a58ab3e04a -
HuffPost: “Trey Gowdy Appears to Break With NRA After Minnesota Shooting”
https://www.huffpost.com/entry/trey-gowdy-minnesota-gun-control_n_68af8c7fe4b0bbcc3f8dde42

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