DERRITIENDO ICE EN NUESTRA COMUNIDAD

Publicado el 5 de diciembre de 2025, 5:54

Sabíamos que ICE iba a llegar a todos lados—Donald Trump lo gritó desde su campaña como una amenaza abierta. Pero una cosa es escucharlo en un mitin lleno de fanáticos, y otra es verlo caer en tu propia colonia. Cuando tocan tu calle, cuando ves a tus vecinos caer uno por uno, el golpe es directo al estómago. Es una puñalada por la espalda a toda una comunidad. Hoy, sinceramente, sigo con náuseas.

En Jerome hubo varias detenciones. Una de ellas ocurrió a pasos de mi casa. No conocía al vecino, pero eso no importa. Lo que importa es el miedo que se quedó flotando en el aire, el silencio pesado después de la tormenta, y la certeza de que bajo este presidente todo se vale… siempre y cuando sea contra los más vulnerables.

Y algo más: me revienta leer los comentarios de quienes intentan normalizar esta barbarie. Con todo respeto —o más bien, con nada de respeto— ellos son los que deberían cerrar el hocico. No es normal que agentes vestidos de paramilitares, encapuchados y con rifles largos, ejecuten arrestos en barrios humildes. No es normal que traten como criminales a personas sin antecedentes, o a familias que lo único que hicieron fue pedir asilo.
Pero ya conocemos el perfil: lacayos malinchistas que desprecian a su propia gente y que bajo este presidente se sienten validados. Gracias a Dios son minoría, pero hacen ruido como si fueran legión.

Entonces, ¿qué hacemos ante la amenaza de ICE?
Ayer tuve a Ruby Méndez Mota, de la ACLU de Idaho, en mi programa. Y sus consejos son claros, firmes y vitales:


CONOZCA SUS DERECHOS — PALABRAS DE RUBY MÉNDEZ MOTA

“Que Inmigración esté ahí no significa que uno tenga que abrir la puerta. Tienen el derecho de NO abrir. Sabemos que mucha gente tiene la costumbre de abrir sin preguntar, pero deben tener extrema precaución: antes de abrir —o de decidir no abrir— pregunten quién está tocando.

Si dicen que tienen una orden, recuerden: una orden administrativa NO es una orden judicial. La mayoría de las veces no traen una orden firmada por un juez. Aunque insistan en que ustedes ‘tienen que abrir’, NO abran. En ese momento tienen derecho a permanecer en silencio, a no consentir ninguna búsqueda y a pedir un abogado.

Si por cualquier razón abren la puerta y los agentes entran a la fuerza, no peleen. Mantengan la calma. Documenten todo: graben, tomen fotos. Nuevamente: derecho a permanecer en silencio. No interfieran si están deteniendo a un ser querido; eso solo pone a todos en más peligro.

Tienen derecho a:

  • No abrir la puerta

  • Permanecer en silencio

  • Negarse a cualquier registro de su hogar, persona o vehículo

  • Solicitar un abogado

La protección empieza entendiendo estos derechos: todos los tenemos, sin importar estatus migratorio.

También es crucial documentar. Si creen que presencian un operativo, graben y envíen las evidencias a organizaciones confiables o a personas de confianza —como Benjamin— para que exista un registro.

Finalmente, llamen a nuestra línea telefónica para reportar cualquier actividad sospechosa. Eso nos ayuda a entender el patrón de los operativos y a distribuir recursos legales, financieros y humanitarios.

Sé que es durísimo pensar con claridad cuando un ser querido está siendo arrestado. Pero tener un plan familiar es esencial. En nuestro sitio web tenemos un paquete de preparación para estas situaciones.

Documenten y reporten. Esa información nos ayuda a abogar por ustedes y reforzar nuestro trabajo para proteger a la comunidad.”

La ACLU de Idaho recuerda que pueden dejar información anónima en la línea de reporte:
📞 208-344-9750 ext. 5

 

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