DERRITIENDO ICE EN NUESTRA COMUNIDAD
Sabíamos que ICE iba a llegar a todos lados—Donald Trump lo gritó desde su campaña como una amenaza abierta. Pero una cosa es escucharlo en un mitin lleno de fanáticos, y otra es verlo caer en tu propia colonia. Cuando tocan tu calle, cuando ves a tus vecinos caer uno por uno, el golpe es directo al estómago. Es una puñalada por la espalda a toda una comunidad. Hoy, sinceramente, sigo con náuseas.